Cuando yo era un niño, aprendí de mis abuelos, mis tíos y mi padre. Mi escuela musical fue mi casa y se transmitía de forma oral, es decir, sin partituras ni conocimientos académicos musicales. Las notas y los acordes se conocían mediante números o una denominación especial. Muchas veces se tocaba por determinadas notas en función de los parranderos o sobre todo por los cantadores. La mayoría de las veces los instrumentos y el timple se afinaba en virtud de la nota que daba la guitarra, qie podía estar tonos o semitono por arriba o por debajo. Así, por ejemplo, la zorra o el cruzado eran los tonos preferidos para «la isa». Por el cinco la rasgueada o corrida. Qué eran mas vivitas. El 6 era también »suave pa canta” sobre todo para las folias. El 9 también se decía que «era para los grandes cantadores y muy bonita ». (Muestro a continuación esa nomenclatura y su equivalencia en la música de pentagrama:
El cruzado o la zorra Fa M
El tirado o el tendido Do M
El 1 Sol M
El 5 Re M El 3 en Gran Canaria
El 9 MI o Si M
El 6 La M
Tonalidad
La tonalidad de las notas que forman el sistema musical occidental se representa con las palabras: Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si. En los países de habla inglesa, se emplean letras del alfabeto: C, D, E, F, G, A, B. La C corresponde al Do. Existen razones históricas para que este alfabeto musical no empiece por la A (que corresponde a la nota La), sino por la C. Para definir la tonalidad de cada nota, desde las más bajas a las más altas, el sistema de nombres se repite. Después del Si viene otro Do. La distancia o "intervalo" entre una nota y la siguiente del mismo nombre (por arriba o por abajo) se llama octava. Dos notas separadas por una octava suenan igual pero tienen tonalidades diferentes; una está en un "registro" más alto que la otra.
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