jueves, 28 de noviembre de 2019

LOS VIEJOS PARRANDEROS DE FUERTEVENTURA


                                                     Pleito en La Matilla (Fuerteventura)

                                           trifulca en una parranda en Casillas del Ángel
Manuel Navarro: fue un parrandero majorero de prestigio que a la gente le gustaba oír. Andaba con su timplillo siempre bajo el brazo por si se cuadraba una parranda y se echaba unas coplas siempre originales, de producción propia, elocuentes. Unas graciosas y otras tristes, pero todas sentidas. Los que tuvimos la oportunidad de conocerlo y de vivirlo en sus andares siempre vamos a recordarlo como un pasaporte directo al pasado, como una posibilidad de descubrir en sus coplas una parte de nuestro ser. Afortunadamente, Domingo Rodríguez Oramas el Colorao, ese genio musical que también nos transporta a otra dimensión de nuestro acervo identitario tocando magistralmente el timple, fue quien anduvo las últimas décadas con Navarro. El Colorao fue quien lo observó como depositario de un saber que ahora ha sido elevado a la categoría de fuente del folclore. Por eso tuvo una grabadora a mano en los momentos estelares, esos que suceden fuera de los escenarios, entre amigos, cuando Navarro estaba entonado y con ganas metiendo esos arranques que le caracterizaban. El resultado ha sido la confección de un disco doble con cantares en vivo, cuentos, anécdotas e historias que el viejo narraba constantemente y que viene a ser un compendio de los últimos 100 años del paraíso en la tierra: Fuerteventura. Es un disco colectivo, no sólo porque en él aparezcan otros históricos del cantar majorero, sino porque en su producción han colaborado muchísima gente e instituciones públicas y privadas. Es un trabajo etnográfico, una investigación sobre la creación cultural de los pueblos, una parte de un trabajo aún inacabado, pero con el empeño que le conozco a Domingo el Colorao, uno de los grandes intelectuales, investigadores y creadores de la cultura canaria, de seguro que llegará a buen término.. En el perchero de mi casa guardo como oro en paño un sombrero que el viejo me regaló un día que lo dejé en su casa después de una buena parranda en la fiestas del Time. Y todo el mundo sabe la importancia que los viejos concedían a su sombrero. A veces, cuando nadie me ve, me lo pongo por ver si se me transmite algo de su sabiduría, pero no noto nada. Lo intentaré oyendo el disco con el sombrero puesto.


Ramón Martín Rodríguez: (Lajares,1924-2014) forma parte de la historia del folklore majorero. Aquí ha dejado su esencia, su enorme legado, al igual que hicieron folcloristas de la talla de Manuel Navarro, Manuel Ferrera, Pedro García, Domingo Peña o Santiago Martín. Ellos han dejado miles de coplas, vivencias y anécdotas para la memoria colectiva de los majoreros y canarios, pero también para las nuevas generaciones. Los llantos se entremezclaron en el cementerio de La Oliva con los sonidos del timple de Domingo Luís Rodríguez ´El Colorao´ y de las guitarras de El Cuco o Memo, así como con las voces inconfundibles de Pancho González, José Benítez y Ramón Jerez que interpretaron unas emotivas folias dedicadas al maestro Ramón. Incluso, se recitó unas décimas de Yeray Rodríguez: "No se llevará la oscura muerte tus consejos sabios, ni las veces que a tus labios se aso-mó Fuerteventura. Podremos con la amargura recordando tus cantares, sintiéndote en los lugares donde se quedó tu huella y buscándole otra estrella al cielo de Los Lajares". Ramón Martín nació en el seno de una familia humilde compuesta por Raimundo y Ángeles que tuvieron diez hijos, aunque actualmente solo viven cuatro de ellos. Desde muy joven se dedicaba a ayudar a sus padres con el ganado como cualquier chico de aquella época de la Fuerteventura de la sed y la miseria. Cuando iba a cuidar las cabras a zonas como La Costilla, La Caldera o Los Roques recitaba las letras de las folias que oía en su casa o en los ventorrillos durante las fiestas del pueblo. Así fue madurando su prodigiosa voz hasta convertirse en uno de los mejores cantadores junto a su hermano Santiago, también fallecido. El cantador contrajo matrimonio con María Martín. De aquella unión nacieron seis hijos: Mariano, Toña, Victoriano, Alicia, Luis Alberto y Dominga. Tenía nueve nietos y cuatro bisnieto. Curiosamente, ninguno de ellos ha seguido con la afición a la música tradicional. Su hija Alicia, lo definió ayer " como un excelente padre siempre pendiente de su familia. Trabajó muy duro, primero como albañil y posteriormente como ganadero para sacar a sus hijos adelante". Además, añadió, que "siempre le oí que llevaba en la sangre su afición a la parranda y al cante. Se sentía orgulloso, junto con mi tío Santiago, de cantar juntos". Una de sus actuaciones más conocidas se produjo en diciembre de 1997, durante la primera visita del actual Rey de España, siendo entonces Príncipe, a Fuerteventura. En aquella ocasión, Ramón Martín tuvo el honor de actuar delante de Don Felipe en las instalaciones del Molino de Antigua. También, le explicó el proceso de elaboración del queso majorero, una actividad con la que se había criado toda su vida, primero en la casa de sus padres y posteriormente, como ganadero.


Esteban Ramírez de León: A lo largo de la historia los habitantes del municipio de Haría se conocían por los rangos de cargos, dignidad, profesión u oficio. Eran  las circunstancias personales más utilizadas para distinguir a unas personas de otras. Hoy debemos escribir de un hombre de hechos, de muchos hechos realizados a lo largo de la geografía canaria: Esteban Ramírez de León. Nacido en la aldea de Mala, municipio de Haría, el día 29 de abril de  1914, se afincó en Fuerteventura durante varias décadas. Murió en la Oliva, 2007. Era hijo de D. Calixto Ramírez Brito y de D.ª María de León Delgado, naturales de Haría. De temprana edad  aprende a tocar los instrumentos de cuerdas cuando se celebraban los bailes del candil en su pueblo. En sus tareas agrícolas, en los campos de Lanzarote, aprende y perfecciona los cantos de su tierra. En plena Guerra Civil Española se traslada a la isla de Fuerteventura y continua su labor folclórica, con un grupo de amigos colaborando y participando en los Ranchos de Pascual en la vecina isla. Sería en la década de 1960 cuando se va formando y creando vivencias dentro del grupo. En día 7 de junio de 1970  actúa por primera vez con la Agrupación Folclórica de la Oliva, con un estilo propio e inigualable que ha caracterizado a D. Esteban Ramírez  a lo largo de toda su vida. Intervino en varias ocasiones en el programa Tenderete, de TVE en Canarias. El Primer Encuentro folclórico  "D. Esteban Ramírez de León" data de 1995 y coincide con las fiestas tradicionales de Nuestra Señora de la Candelaria, en el municipio de la Oliva. El día 30 de mayo de 2001 se presentó en la Casa Ajei de San Bartolomé un libro a su memoria: "Las polcas de las suegras de las siete islas", que ha sido escrito por una gran admiradora suya, D.ª Francisca Duque Díaz, natural del pueblo Tao. Participó en el Segundo Encuentro "Memorial Ajeí", en agosto de 2001. Hoy,  la Agrupación Folclórica de la Oliva esta compuesta por cuatro hijos: María, Rafael, Esteban Zoilo y Julia Concepción. También participa tres de sus nietos  siendo el actual presidente su hijo Esteban Ramírez, hijo del fundador de esta agrupación musical. Con estos argumentos resumidos, de manera muy breve, nos hemos atrevido a publicar esta biografía de un hijo destacado de Haría.










ENLACE
El afamado timplista majorero ´El Colorao´, señaló tras conocer la muerte de Ramón Martín que "se nos va el último cantador de una estirpe de cantadores majoreros única e irrepetible: Navarro, Ferrera, Santiago Martín, Julián Cabrera, Pedro García o Pepe Cabrera, entre otros. Eran voces que sonaban a tierra y sudor, a queso y sueros, a sed y esperanza a Fuerteventura".

Profesor David Rodríguez Santana

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