El
primero en iniciar la andadura de
fabricación de timples en
Lanzarote fue
Francisco Morales, padre de Simón
que
compró un tiplillo al majorero Vicente Morera,
en 1871. Fascinado por el pequeño instrumento, copió el modelo y comenzó a
fabricar tiples (sin la m) ese mismo año.
Fue su hijo, el
gran Simón Morales Tavío -padre de Juanele- el que perfeccionó su construcción.
Desde su taller, el timple se prestigió y se extendió a toda Canarias, para
convertirse en el más querido emblema de la música popular isleña.
En
1944, con el impulso que le diera el gobernador García Escámez, se abrió una
Escuela de Artesanía. Pero Simón no enseñó a fabricar timples a los
ocho alumnos que comenzaron con él, sino a tallar la madera. Quiso guardar
las mañas de la luthería para dos de sus hermanos y sus cuatro hijos, de
los cuales fue Juanele el que continuó con la herencia familiar para dedicar su
vida a la construcción de instrumentos.
Los timples de Simón y su
familia se hicieron famosos y se vendían en todas las islas, en
lugares como la ferretería La Columna de Gran Canaria, en una tienda de la
Calle Castillo de Santa Cruz de Tenerife e incluso en Barcelona. Muchos
emigrantes llevaron los timples de la familia Morales a Venezuela, como
entrañables compañeros sonoros que ayudaron a sobrellevar la soledad y la magua
de su tierra. Un
5 de diciembre de 1967
Simón Morales
falleció, se había trasladado a Las Palmas de Gran Canaria por una
consulta médica, puesto que se le había presentado una grave enfermedad.
Carpinteros de Ribera. D Juan Tabares Santana y Sus Hijos. Lanzarote 1950
Las Salinas del Carmen, Fuerteventura
Siempre
he soñado con tener un timple de Simón Morales Tavío, Timple que he rosado con
las yemas de las manos y por casualidades de la vida se me ha esfumado dejando
una búsqueda tan parecida a la del Santo Grial. Recuerdo que mi abuela Lupe
tenía uno, se lo había encargado a un sobrino a que fuera desde Fuerteventura a
Lanzarote, a comprarlo al barrio de la Vera Cruz de la Villa de Teguise donde
el timple lanzaroteño inició su andadura. De vez en cuando, mi padre y mis tío
lo cogían para llevárselo de parranda, ya que era un timple muy afamado por su
buena sonoridad. fue la primera vez que escuché hablar de Simón. Hasta que mi padrino Celestino Rodríguez, un hombre muy
parrandero -"se lo mandó a uno en
la cabeza", regresando por la mañana con el mango y la cabeza del tal
querido timple, dejando un vacio en mis abuelos, que ya desde
entonces no volvieron a tener un timple de dicho constructor. Por dos ocasiones
en mi vida se me han escapado dos de tantos que hay repartidos por todo el
mundo, ya que los timple de Simón Morales eran reconocido internacionalmente. Pero cada vez es más difícil encontrarlos. Mi Búsqueda
todavía perdura y no descansaré hasta dar con uno.
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Un Simón Morales propiedad del Rancho de Pascua de Teguise (Lanzarote) |
La familia Simón Morales Simón Morales en su taller
Juaneles Morales hijo de Simón
La iglesia de la Vera Cruz y detrás se ve el taller de Simón Morales
Juanele y Bartolo (hijo y hermano de Simón Morales