lunes, 14 de octubre de 2019

GUITARRAS VICENTE TATAY DE BLAS SÁNCHEZ

Los Tatay son luthiers valencianos de larga tradición y con fama de hacer muy buenas guitarras de calidad/precio medio pero hay guitarras hechas por ellos hace 25/30 años por las que se han llegado a pagar 10000 € . Actualmente tienen su fábrica en la misma ciudad de Valencia y por lo que sé, aquellos que tienen una guitarra Tatay están tienen una reliquia, evidentemente no todas son primera clase pero todos hablan de calidez de sonido.









Biografía de Blas Sánchez Hernández

 
Blas Sánchez es un referente fundamental en el ámbito cultural y musical canario.  Comenzó a introducirse en la música popular que se hacía en la villa de Ingenio, donde nació, y donde escuchó por primera vez las parrandas que recorrían las calles con sus folías y tajarastes, donde se incorporó al grupo Campos del Sur, dirigido por D. José Suárez, y donde quedó fascinado por la figura de un tal Elías el Manco, trovador extraño y misterioso para aquel niño que escuchaba todo y guardaba en la memoria aquellos Ranchos de Ánimas que luego ha rescatado y recopilado para que no queden en el olvido.
     Comenzó posteriormente un itinerario algo más ortodoxo, en el internado de S. Antonio (Las Palmas de Gran Canaria) estudiando solfeo y violín, y sus primeros contactos con las obras de Mozart, Beethoven, Brahms.
     Fue concertino de la Orquesta Chica, dirigida por Gabriel Rodó, y fue al mundo del violín al que dedicó gran parte de su juventud, con gran disciplina, convirtiéndose en un músico serio y comprometido con la obra que debía tocar.
     Termina su carrera en el entonces Conservatorio Profesional de Tenerife, con las máximas calificaciones, y, en 1956, se traslada a Madrid, becado por el Cabildo Insular para seguir cursos de perfeccionamiento.
     Ya por entonces había compuesto muchas obras, y la guitarra comienza a ser su medio expresivo más habitual y para la que compone sus Blasianas canarias.
     Alterna sus estudios con conciertos como violinista, y su actividad en Madrid comienza a ser imparable. Es ahí donde surgen por vez primera las visitas de su alter ego, de su heterónimo B. Praf, quien le inspira sus composiciones e improvisaciones al estilo antiguo. Como si de alguien distinto pero no distante se tratara, gracias a esas apariciones existen obras como Variaciones sobre folías de EspañaFloreo sobre un pasacalle españolAires y danzas de otros tiempos (para guitarrarpa)Divertimento canario, donde intervienen el timple, el requinto, la guitarra y la guitarrarpa acompañados por Orquesta de Cuerdas.
     También surge otro heterónimo, Fray Benedicto, y otro, Praf Bronner, quien le inspira obras para violín.
     En contraposición a esto, se mantiene siempre atento y en contacto con la realidad que le rodea, y termina su etapa en Madrid cuando, al repartir unas octavillas reclamando libertad de expresión, le rompen las cuerdas de su violín y de su guitarra, y decide irse a París, donde lo esperaba su amigo el escultor Ángel-Péres, con su imaginación, su inseparable pentapusa, una guitarra y un violín como único equipaje.
     Y es ahí donde comienza la aventura que le llevó a lo que él mismo llama el viaje de 41 años dentro de un pentagrama parisino.
     Siguió su ritmo de creación infatigable, unido a ocupaciones esporádicas que le permitían vivir. Así, se unió a los pintores canarios de Montmartre, como Julio Viera, impartía clases de canto a cambio de comida, componía canciones para sus alumnos, y formaba un dúo con el pianista César Morales, con quien ofrecía conciertos en los que siempre incluía alguna obra propia. Canta en la Sinagoga Liberal de la rue Copernic en hebreo, ruso y en Ambrosiano en la iglesia ortodoxa en la rue Daru y en latín en Notre Dame.
     A pesar de esta actividad frenética e incansable, encontró el ambiente de libertad y respeto que necesitaba y propiciaba su mundo creativo.
     El moverse en distintos ambientes le llevó a colaborar con el luthier Émile Français, para quien prueba violines en su taller, coincidiendo allí con el violinista David Oïstrack, de quien, posteriormente, recibe clases y con quien establece una importante relación profesional.
     Además, en 1960, comienza a colaborar con otro de los grandes de la época, Jascha Heifetz, con quien toca en Tel Aviv el Concierto para dos violines en re m, de J. S. Bach. También toca para un ballet de danzas barrocas, para quien compone muchas obras, ya que la composición se ha convertido en algo inherente a su quehacer como músico. Comienza, posteriormente, su etapa pedagógica, donde amplió su creatividad, adaptándola y desarrollándola desde y para la enseñanza.
     Es en el Conservatorio Municipal de Vitry sur Seine, periferia parisina, donde va a desplegar una intensa carrera como profesor de Guitarra y Música de Cámara.
     Se encargó de iniciar, cambiar y renovar la enseñanza musical durante treinta y ocho años. La forma novedosa, participativa, individualizada en que enfoca las clases, adaptándolas a cada alumno y creando incesantemente obras para ellos, es lo que va a ocupar su tiempo durante todos estos años. Crea, paulatinamente y desde el aula sus propios métodos, en el que el aprendizaje es fluido, conjunto, estimulante, creativo, no sólo técnico, sino una permanente fuente de sorpresas, que está reñida con la rutina, con la adquisición de contenidos sin fundamento, y en la que los alumnos van a descubrir cosas, a experimentar con los sonidos, a formar parte de su propio proceso de aprendizaje, y, si no les es posible hacer música tocando, la harán cantando.
     El mundo pedagógico es el que va a ser el receptor de toda su creatividad, y así, en sus métodos, va creando un interesante corpus de obras para guitarra y de canciones.
     Por citar brevemente, su primer método, L´ami du débutant, fue editado por Choudens en 1964, vinieron luego el Método Clásico para guitarra y el compendio Técnica y Más, donde ha incluido muchos de sus estudios y obras más importantes, como sus Folías de ensueñoSuite ArpianaSuite IberoamericanaSiete PinceladasRítmico canarioBlasadas, entre muchas otras.
     Sin embargo, esta actividad incesante y continuada no fue obstáculo para que siguiera con su vida concertística y cultural. Así, en París conoció a personas tan relevantes como Cortázar, Alejo Carpentier, Alberti y, sobre todo, Pablo Neruda, con quien dio varios recitales, acompañándolo en la lectura de sus poemas. Es a este escritor y poeta a quien dedica su Salmos a Neruda, cuando materializa lo que va a ser otra de sus aventuras personales, nunca desligada de la música, y que es la construcción de un nuevo instrumento que llamó Guitarrarpa, que consta de trece cuerdas y una afinación propia con la que va en busca de otras sonoridades y otras tímbricas. 
     La primera de estas guitarrarpas se la hizo un gitano llamado Kico Dohër, con los restos de madera de un viejo violoncelo, y que fue un experimento que luego se va perfeccionando con las de Castelluccia y Pappalardo, hasta llegar a la actual de Manuel Contreras.
     De entre las obras para este instrumento, debemos destacar los mencionados Salmos a NerudaArchipiélagos imaginariosFantasía para un hombre soloComunicaciones, con orquesta de cámara y percusión y, el  Concierto para un Faycán, para guitarrarpa y orquesta.
     Así, entre las investigaciones, las clases, la animaciones musicales, los conciertos, ocupa esos años parisinos y, además, tiene ánimo para fundar un conjunto guitarrístico de gran prestigio como es el Cercle Guitaristique de L´Ille de France, que actúa en el Festival Anual de Normandía; y, posteriormente, ya en los años 80, con sus alumnos más aventajados, el Guitar Consort, con el que tocan, primordialmente, sus obras. Organiza cursos y concursos guitarrísticos en Francia a los que asisten alumnos de muy diversas nacionalidades, entre los que destacan los que dirige durante más de 20 años en Normandía, unidos a los de Polonia, Cuba, Senegal y el Concurso Panafricano de Togo, Camerún, y los del Norte de España. Actualmente organiza un Curso anual en la Villa de Ingenio.
    
EMOCREA
 ACTIVIDADES
1.Ejercicio. Recordar el juego Africano de Blas Sánchez. Lo pueden hacer con sus familias. Actividad destinada a todos el alumnado.


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